Según un articulo del periodico « ;El Pais ;», la economía de los Estados Unidos se prepara para hacer frente a un aumento sin precedentes en el gasto público en pensiones y ayudas médicas, cuando los 78 millones de ciudadanos que nacieron entre 1946 y 1964, considerada la etapa del baby boom por la explosión demográfica que supuso, empiecen a jubilarse (a partir de los 62 años).
Los primeros de esa generación empiezan a cumplir los 60 este mismo año.
En la actualidad, el gasto público en Seguridad Social y asistencia sanitaria supone el 8% del PIB.
El impacto de los 78,2 millones de estadounidenses nacidos en los 18 años sucesivos fue enorme para el sistema educativo, el mercado laboral y la vivienda del país. Ahora se teme por el colapso que la explosión demográfica puede provocar en la economía.
La población de Estados Unidos se estima hoy en 298 millones, más del doble que en 1946. Cada ocho segundos se registra un nacimiento en el país y una muerte cada 12. La inmigración suma una persona cada 31 segundos a ese total. Es como decir que la población estadounidense crece a un ritmo de 6.170 personas al día.
El censo presenta otro elemento para poner en evidencia la compleja fase demográfica en la que está entrando Estados Unidos, al proyectar que 7.918 personas cumplirán los 60 años cada día a lo largo de 2006.
La llegada de la primera ola de jubilaciones entre la generación más conocida de Estados Unidos se espera para 2008, cuando los primeros baby boomers cumplan 62 años, edad en la que se puede recibir la pensión pública. Algunos pueden pensar que es el fin de una era. Pero conforme los boomers alcancen la jubilación, todo indica que cambiarán otra vez la cara de su país.
Esta explosión demográfica que se desató entre 1946 y 1964 plantea un importante reto para preservar el equilibrio de la economía y de las finanzas públicas, ante el inminente colapso de su sistema sanitario y de pensiones.
L.F